Percibir la unidad

Muchas personas viven, alguna vez, momentos de “conciencia pura”. Experimentan que su yo retrocede y que están sencillamente allí, que despiertan de su sueño y que, de repente, están plenamente conscientes, son uno consigo mismo y uno con el mundo. En este ser uno, perciben también la unidad con Dios, con el motivo de toda existencia. Hoy hay más místicos de lo que uno cree, hay místicos en medio de este mundo. Marsha Sinetar describe que los místicos que viven en el mundo, viven allí el anhelo de lo infinito.

Un ebanista describe su anhelo diciendo: “Hay una constante en mi vida, el deseo de abarcar todo, este anhelo de estar en contacto con la unidad del universo. Probablemente, usted lo llame Dios. Esto le da a mi vida un valor y un sentido, y la fuerza de seguir viviendo” (Marsha Sinetar). Los místicos dentro de este mundo aspiran “a una nueva forma de ver y de escuchar”. Una mujer describe su experiencia con estas palabras: “A veces, me siento como en éxtasis. Imagínese que se enamora por primera vez. Notará que sucede algo maravilloso allí, algo muy inusual. Lo nota, nota este sentimiento de amor que nace de su fuero interior y se extiende e ilumina hacia dentro y hacia fuera. Y después, es un sentimiento inconmensurable de felicidad que abarca todo mi ser. Me cuesta terriblemente explicárselo a los demás”.

A. G.