
Todos estamos apegados de algún modo al equipaje del pasado a los deseos que el corazón y la mente guardan para mañana.
Estos cordones umbilicales que nos conectan con estos tiempos artificiales y vacíos engrosan con cada día que pasa y con cada suceso que sigue.
Todos debemos aprender a desprendernos de las exigencias y atractivos de lo desconocido y de nuestro interés por lo pasado.
Desapegarse es soltar, no la cosa, sino la necesidad de esa cosa. Desapegarse es soltar la dependencia de una persona y conservar la preferencia por esa persona.
Desapegarse es librarse del hábito, no del deseo que inspira el placer del resultado. Desapegarse es liberarse del antiguo yo y abrazar uno nuevo.
Tim Connor