
La fe comienza por creer desde el fondo de tu corazón que lo bueno es posible.
Es saber desde el fondo de tu corazón que lo bueno puede imponerse a lo malo; que el sol vuelve a brillar después de una tormenta.
La fe es apacible y reconfortante; viene desde adentro desde el lugar donde nadie puede invadir tus sueños íntimos.
La fe no es algo que se pueda exigir u ordenar; es un compromiso con una creencia.
La fe es creer en algo que no puedes ver ni oír, algo que está muy dentro, que sólo tú comprendes y controlas.
Fe es confiar en ti mismo, al punto de saber que, sea cual sea el resultado de las cosas, siempre sabrás sacarles el máximo provecho.
Beth Fagan Quinn