
Te enfermas.
Un tropiezo en el camino de la vida. Un ataque a la salud. Una amenaza de la muerte.
Un desafío para que aprendas a sufrir sin entregarte derrotado, porque quien no aprende a sufrir sin destruirse, no aprende a vivir libre y maduramente.
La enfermedad, como componente del camino, nos enfrenta con distintos desafíos.
El primer medicamento para combatirla y sanar es el buen ánimo de quien enferma.
La segunda medicación es el trato cordial del médico y la buena relación con los familiares.
Así, la enfermedad, sin dejar de ser una amenaza a la salud y un preaviso de la muerte, es una oportunidad para vivir con sentido y con autenticidad, conviviendo con amor.
René J. Trossero