Termina el año

 

Termina un año más. ¡Cuántos pequeños y grandes regalos te ha hecho el Señor a lo largo de estos días! ¡Cuántos gestos de amor tuvo Dios contigo!

El solo hecho de haber estado vivo todo este año debe ser motivo de una tierna gratitud. No dejes terminar este año sin detenerte a dar gracias, no cierres el año con un espíritu negativo que sólo mira lo negro y lo malo.

Hay también es el momento de pedirle al Señor que purifique todo lo que no estuvo bien y todo lo que no está bien en tu vida. Así tendrás la esperanza de comenzar un año mejor.

Finalmente, ofrécele al Señor lo que puedas haber hecho de bueno a lo largo del año que pasó: tus trabajos, tus esfuerzos, tus intentos. ¿Quién sabe lo que pueda valer todo eso? Pero no importa que lo sepas, sino que hagas un acto de amor diciéndole al Padre: “Toma, mi amado, esta humilde ofrenda. No es mucho, pero es lo poquito que este hijo querido quiere entregarte para tu gloria. Recíbelo, Señor. Amén.”

VMF